domingo, 11 de abril de 2010
Never ending story
Turn around, look at what you see
In her face, the mirror of your dreams
Make believe I'm everywhere
I'm hidden in the lines
And written on the pages
Is the answer to a never ending story
Reach the stars, fly a fantasy
Dream a dream, and what you see will be
Rhymes that keep their secrets
Will unfold behind the clouds
And there upon the rainbow
Is the answer to a never ending story
Story ...
Show no fear, for she may fade away
In your hands, the birth of a new day
Rhymes that keep their secrets
Will unfold behind the clouds
And there upon the rainbow
Is the answer to a never ending story
Limahl
jueves, 8 de abril de 2010
Manos que oran
Durante el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nüremberg, vivía una familia con 18 niños. Para poder poner pan en la mesa para tal prole, el padre, y jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara. A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño. Ambos querían desarrollar su talento para el arte, pero bien sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia. Después de muchas noches de conversaciones calladas entre los dos, llegaron a un acuerdo. Lanzarían al aire una moneda. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara. Al terminar sus estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa, con las ventas de sus obras, o como fuera necesario.
Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la Iglesia. Albrechtt Durer ganó y se fue a estudiar a Nüremberg. Albert comenzó entonces el peligroso trabajo en las minas, donde permaneció por los próximos cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación en la Academia. Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte. Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durer se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado para hacer sus estudios una realidad. Sus palabras finales fueron: "Y ahora, Albert hermano mío, es tu turno. Ahora puedes ir tú a Nüremberg a perseguir tus sueños, que yo me haré cargo de ti". Todos los ojos se volvieron llenos de expectativa hacia el rincón de la mesa que ocupaba Albert, quien tení, el rostro empapado en lágrimas, y movía de lado a lado la cabeza mientras murmuraba una y otra vez: "No... no... no...". Finalmente, Albert se puso de pie y secó sus lágrimas. Miró por un momento a cada uno de aquellos seres queridos y se dirigió luego a su hermano, y poniendo su mano en la mejilla de aquel le dijo suavemente: "No, hermano, no puedo ir a Nuremberg. Es muy tarde para mí. Mira lo que cuatro años de trabajo en las minas han hecho a mis manos. Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, y últimamente la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó trabajo levantar la copa durante tu brindis... mucho menos podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano... para mí ya es tarde".
Mas de 450 años han pasado desde ese día. Hoy en día los grabados, óleos, acuarelas, tallas y demás obras de Albretch Durer pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo. Pero seguramente usted, como la mayoría de las personas, sólo recuerde uno. Lo que es más, seguramente hasta tenga uno en su oficina o en su casa. Un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano Albert, Albretch Durer dibujó las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Llamó a esta poderosa obra simplemente "Manos", pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambió el nombre a la obra por el de "Manos que oran".
La próxima vez que veas una copia de esta creación, mírala bien. Permite que sirva de recordatorio, si es que lo necesitas, de que nadie, nunca, ¡triunfa solo!
Museo Quinquela Martin, La Boca, Argentina
Los barcos, Zeus, y otros.
martes, 6 de abril de 2010
Pipes of peace
In love our problems disappear
But all in all we soon discover
That one and one is all we long to hear
All round the world
Little children being born to the world
Got to give them all we can till the war is won
Then will the work be done
Help them to learn songs of joy instead of burn, baby, burn,
Let us show them how to play the pipes of peace
Play the pipes of peace
Help me to learn
Songs of joy instead of burn, baby, burn,
Won't you show me how to play (how to play)
The pipes of peace (pipes of peace)
Play the pipes of peace
What do you say (do you say)
Will the human race be run in a day (in a day)
Or will someone save this planet we're playing on
Is it the only one
What are we gonna do
Help them to see (help them to see)
That the people here are like you and me (like you and me)
Let us show them how to play (how to play)
The pipes of peace (pipes of peace)
Play the pipes of peace
I light a candle to our love
In love our problems disappear
But all in all we soon discover
That one and one is all we long to hear
De las mil y una metas
En verdad, un monstruo es el poder de ese alabar y censurar. Decidme, hermanos míos,
¿quién me domeña ese monstruo? Decidme, ¿quién pone en cadenas las mil cervices de ese animal? Mil metas ha habido hasta ahora, pues mil pueblos ha habido. Sólo falta la cadena que ate las mil cervices, falta la única meta. Todavía no tiene la humanidad meta alguna. Mas decidme, hermanos: si a la humanidad le falta todavía la meta, ¿no falta todavía también - ella misma? -
Así habló Zaratustra. FN
Promesas sobre el bidet
por favor no me abras más los sobres.
Por favor, yo te prometo te escribiré
si es que para de correr.
Por favor, sigue la sombra de mi bebé,
por favor, no bebas más, por favor no llorés.
Por favor yo te prometo te escribiré si es que para de llover.
Porque me tratas tan bien, me tratas tan mal
si sabés que no aprendí a vivir.
A veces estoy tan bien, estoy tan down.
Calambres en el alma,
cada cual tiene un trip en el bocho
difícil que lleguemos a ponernos de acuerdo.
Zembazuru
Las grullas de la paz
(Cranes for Peace)
El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos arrojó la bomba atómica en Hiroshima, Japón con la esperanza de terminar la Segunda Guerra Mundial. En pocos minutos, más de 200.000 personas perecieron por causa de la explosión.
Sadako Sasaki sólo tenía dos años de vida cuando la bomba cayó en su ciudad. Era una niña feliz y energética y parecía que no le había afectado la explosión de la bomba, pero nueve años después se le detectó leucemia, una enfermedad causada por la irradiación de la bomba. Cuando estaba en el hospital una amiga suya le trajo una grulla de papel y le contó la historia de la grulla. Los japoneses creen que la grulla vive mil años. Si una persona enferma hace mil grullas de papel, los dioses le concederán su deseo de mejorarse. Las grullas le aumentaron la esperanza a Sadako y entonces se puso a hacer grullas de papel con mucho entusiasmo.
Sin embargo, lamentablemente ella falleció en octubre de 1955 después de haber hecho 644 grullas de papel. Los amigos y compañeros de Sadako continuaron su misión e hicieron el resto para completar las mil grullas.
Con la esperanza de que se pudiera evitar la guerra en el futuro, los niños juntaron dinero para construir un monumento a Sadako y a las grullas.
Ahora hay una estatua de una niña sosteniendo una grulla dorada en sus brazos abiertos en el Parque de la Paz en Hiroshima. Cada año gente de todo el mundo hace grullas de papel y las manda a Hiroshima. El 6 de agosto, Día de la Paz, los niños de la ciudad cuelgan las grullas en el
monumento con la esperanza de transmitir este mensaje a todo el mundo: ”Este es nuestro llanto. Esta es nuestra oración. Paz en el mundo.”
La Grulla
La grulla es conocido como "el pájaro de la felicidad y del buen agüero", un ave de estructura inconfundible, andar pausado y elegante, que desde siempre ha sido admirado y sus migraciones objeto de estudio en muchos de los países que atraviesa.La grulla, que puede alcanzar más de un metro de altura, es una de las aves de cuello largo y patas zancudas de mayor envergadura, están cubiertas de un plumaje gris, que en la cabeza y cuello se vuelve blanco y negro con una franja roja.
Es un pájaro tímido, aunque muy ruidoso, que huye al menor asomo de peligro, corriendo unos metros antes de desplegar sus alas para el vuelo, en el que puede alcanzar los 80 kilómetros por hora.
Son conocidas por su danza nupcial, que consiste en una serie de saltos muy vistosos, y una vez que se establece la unión se vuelven inseparables y vuelan juntas toda su vida.